lunes, 25 de abril de 2011

CUENTOS DE 6º A

En la sombra

Había una vez un alemán,que cuando los nazis perseguían a los judíos él practicaba en secreto la religión judía. Ese alemán se llamaba Nao. Nao cada noche leía y rezaba la torá. Un día le mandaron una carta para reclutarlo en el ejército alemán. Nao al leer la carta se dio cuenta de que iba a perseguir a las mismas personas a las que practicaban su misma religión,entonces Nao en el periodo de instrucción se las ingenió para acceder a un puesto de administrativo en vez de ir a primera fila de lucha.
En dicho puesto poco a poco se fue ganando la confianza de sus jefes,hasta que lo destinaron a un departamento en el cual se dedicaba a gestionar las posesiones incautadas a los judíos.
Al poco tiempo se dio cuenta de que los alemanes no eran muy rigurosos en el control de esas posiciones. Poco a poco fue derivando el dinero recaudado en liberar a los judíos que habían capturado,poco a poco y al paso de los años se dio cuenta de que gracias a su labor había liberado a más de 3000 judíos de una muerte segura.
Al final de la guerra fue reconocido por la comunidad judía como el libertador por su contribución a la liberación de miles de personas reconociéndose a nivel mundial su labor con las personas.

                                                         Alejandro Cantanero

                                                                    






EL DESTINO DE NATALIA

Erase una vez una niña llamada Natalia que nació en España. Al nacer su madre murió, así que no pudo ni verla. A los 5 años muere su padre al caerle una bomba porque era militar. Natalia tuvo que criarse en un olfanato porque no sabía si tenía familia en algún lugar. Natalia cumplió los 18 años y tuvo que salirse del orfanato, ella no tenía estudios pero las monjas le enseñaron a escribir, a leer, a suma, a restar, a multiplicar y a dividir. Ella se buscó la vida trabajando como camarera. Un día, después del trabajo fué a su piso que solo tenía dos habitaciones y no tenía ni electricidad ni calefacción pero si tenía un techo. En ese momento cogió una foto de sus padres y la estuvo mirando con tristeza. Detrás de la foto tenía una dirección en Arabesco ella sentía curiosidad sobre la foto y además había un número de teléfono detrás. Por la mañana fué al orfanato dónde se crío y le pidió a las monjas si le prestaban un teléfono móvil porque ella no tenía, ella llamó a ese mismo número. Y le contestaron en Arabesco , Natalia estuvo muy asustada y dijo si tres veces seguidas, hasta que una voz que si entendía le contestó quién era ella. Ella dijo Natalia y era hija Pablo y Marina. Ese hombre le dijo no será Kayín y Mojamén. E lla respondió que no, ese hombre le dijo que dónde vivia, Natalia le dijo en España. El hombre le respondió brevemente soy tu abuelo. Natalia se quedó descompuesta, pero a la vez feliz. El hombre le pidió que viniera al areopuerto para ir a Marruecos. Natalia cogió un vuelo hacía Marruecos sin costarle nada porque el abuelo se lo pagó para ella era un lujo. Natalia bajó del avión y se encontró con un llorando y era su abuelo. Al señor se la saltarón las lágrimas al verla. El abuelo se la llevo a su casa. Y le preguntó el hombre a Natalia:
-¿tú no usas velo?
Ella contesto:
-No, no sé que es eso...
El viejo la interrumpió con una carcajada pero inmediatamente se le pasó y le dió un velo para que se lo pusiera. Ella se lo puso pero le costó trabajo. El hombre le dijo:
-Este velo debes ponértelo simpre para salir de casa y cuádo tenemos visita en la casa. Esa es una de las reglas. Natalia contestó:
-Pues yo no quiero.
E l anciano le pegunto si sabia que le pasa a las mujeres que lo usaran. Natalia no tenía ni idea de qué les pasaba y era que te castigarían. Natalia dijo:
-¿Hay más reglas?
El hombre contestó:
-Sí, muchas y está és una de las más importantes te la digo “ siempre dependarás de un hombre” Natalia le dijo que era absurda. Natalia por decir eso la castigarón y no salió se su cuarto durante una semana. Natalia lloraba todas las noches del sufrimiento que tenía que soportar. Su abuelo le encontró un esposo para que se case y ella no quería casarse. Su abuelo le dijo que sino aceptara ya sabía lo que pasaba. Natalia se subío para su cuarto y planeó un plan para escaparse. Se escapó por la noche de la casa. Pero unos hombres la vieron correr por las calles sin hombres y sin velo. Entoces la atraparón y le pegararón una paliza. Al día siguiente Natalia estaba en el desierto sola y abandonada como un perro.El abuelo no le importaba su nieta. Natalia se desmayó en el desierto. Y un hombre que pasó por ahí pensando en sus pensamientos la vio y la rescató. Cuándo Natalia abrió los ojos estaba en Perú. Natalia no daba crédito de lo que le había pasado.
Pero al final se quedó a vivir con ese hombre en Perú.

FIN
Laura Alejandre Ramos



La niña musulmana.


Había una vez en Marruecos una niña que no aceptaba su cultura. No quería aceptar su cultura porque decía que era injusto que un hombre tuviera más de una esposa y tuvieran que trabajar para él. Otra cosa era que tenían que ir tapadas con un velo que le ocupaba todo el cuerpo excepto los ojos. Ya no lo aguantaba más y decidió irse de Marruecos a España. La televisión de España anunció unas imágenes de la niña y de los problemas que tenía y los musulmanes la vieron y se enfadaron un montón. Todos la querían coger para matarla. Los españoles se enteraron y la protegieron con mucha seguridad.
El rey musulmán decidió mandar a un ejército para ir a España y traerla de vuelta y pagar por lo que ha hecho. Cuando llegaron los musulmanes el rey de aquí de España Don Juan Carlos I mandó un ejército para combatir. La niña decidida dijo que no quería que empezara una guerra por una cosa que había empezado ella y decidió decir unas condiciones si querían que volviera a Marruecos:
-Dijo:Yo volveré a Marruecos con dos condiciones, que los hombres no tengan más de una esposa y que las mujeres puedan ir libremente donde quieran y de la forma de ropa que quieran. El rey musulmán acepto y la niña se fue de España a Marruecos feliz por lo que había hecho.

Esto actualmente no existe pero espero que algún día todas las mujeres de Marruecos ,las de todo el mundo y las maltratadas sean libres.


Miranda Téllez Gaona




EL PASTOR VIAJERO


Erase una vez un pastor que se levantaba muy temprano para pastar a las cabras. Las cabras comían hierba y se daban un paseito por el campo. Dentro de 1 hora las metía en el corral. Al día siguiente le dijo su mujer que si se iban de viaje porque ella no quería que su marido estuviera con las cabras, todo el santo día. Y entre los dos desidieron irse de viaje a un hotel. En el hotel se iban a la piscina o a la playa para bañarse. Un día se fueron a la playa y vieron a un pez en la playa y lo guárdaron en un cacharrito. Se lo llevaron a la habitación y se pasaban todo el día con el pececito. Entonces decidieron llamarlo (SOL). En el hotel pasaron 4 días. El día que tuvieron que venir de vuelta tuvieron un accidente muy terrible. Entonces la familia se sorprendió muchísimo y ese día lo pasaron muy mal. Después de estar tantos días en el hospital se recuperaron y decidieron que nunca más volvieran a irse de viaje. Entonces el matrimonio en vez de irse de viaje pensaron hacer actividades por las tardes, que les gustaran a los dos y así pasaron más tiempo juntos.





Autora: Carmen Mª Ocaña Campos









Mohamed y Samilu


Hace poco tiempo vivía en Tánger un joven llamado Mohamed nacido en Marraquesh. Mohamed era alto y delgado, de musculatura desarrollada. Moreno, de ojos marrones, pelo corto y cara alargada. Su familia estaba formada por sus padres y 2 hermanos, pero su padre tenía una segunda esposa. Su infancia no era mala, ya que su familia no tenía problemas económicos y vivía al lado de muchos de sus amigos con los que jugaba. En el colegio iba bien, lo que le permitió cursar una de las mejores carreras en la universidad. Ya en el instituto conoció a la que luego iba a ser su esposa. Con 20 años le presentaron a Sumoya, que pertenecía a una familia que vivía cerca de ellos. Su familia era una de las más ricas de Tánger y Sumoya era la única heredera de sus padres. Era baja de estatura, rubia y de ojos azules. Medio año después de conocerse se casaron, siguiendo los rituales del Islam. Tiempo después, Mohamed, en uno de sus negocios como fabricante de vehículos, conoció a Roamar, un empresario dedicado a los motores de cualquier aparato con el que cerró un gran trato en el que recibiría suministro de motores para 2 años si todo iba bien. Cuando cerraron el contrato, Roamar invitó a Mohamed y Sumoya a una cena en su casa y aceptaron. Ese día en la Mohamed conoció a Samilu, la esposa de Roamar, de la que se enamoró. Ellos dos se siguieron viéndose hasta que confesaron el uno al otro que se querían. Entonces, pensaron como conseguir que Samilu quedara libre y también como se verían a menudo. Mohamed dejó a Sumoya, algo que le costó mucho tiempo, y que su familia lo abandonara, quedando solo y en un muy pequeño apartamento. Samilu quería separarse de Roamar, ya que no lo quería pero era imposible. Pasado el tiempo su familia se reconcilió con el. Aunque Samilu no se podía divorciar de Roamar, ellos se veían a menudo a escondidas. Antes de divorciarse los pillaron juntos. Pero Roamar no se enteró. Pero luego se enteró y ya no la dejó divorciarse. A ella la condenaron a muerte. El día en el que iba a morir, un amigo de Mohamed liberó a Samilu de la muerte pero los dos se tuvieron que quedar en Tánger. A la semana los dos consiguieron irse a E.E.U.U. Pero en el aeropuerto la policía los persiguió pero la despistaron y consiguieron volar. Ya en E.E.U.U. fueron felices y tuvieron 2 hijos, 5 nietos y 3 bisnietos. Por eso, fueron muy felices para el resto de sus vidas.



Autor: Daniel Suárez Perea 6ºA





EL PEQUEÑO LINYU


Erase una vez,un joven chino llamado Linyu era muy delgado y bajo, por lo que toda la gente se metía con él. Un día por casualidad vio a dos jóvenes practicando Karate, y pensó:
-Si yo pudiera pelear de esa manera todos me admirarían.
Al día siguiente, empezó a buscar una escuela para aprender karate, pero como era tan pequeño no lo admitieron en ninguna. Desesperado se sentó en el mercado llorando, y un señor que tenía un puesto en el mercado, le preguntó:
-¿Por que lloras pequeño?
Linyu furioso le contestó:
-¡No soy tan pequeño, tengo 16 años!Y no me admiten en ninguna escuela de karate.
Entonces el señor le dijo:
-Si quieres yo te puedo enseñar, pero a cambio, me ayudaras con las tareas del mercado.
Y Linyu acepto en cantado. Linyu trabajaba de día en el mercado y por la tarde el señor Tashima le daba sus clases de karate. Linyu estaba muy cansado, pero le gustaba tanto el karate que practicaba hasta la madrugada.
Transcurridos unos meses el señor Tashima le dijo a Linyu:
-Eres bueno pero yo ya no puedo enseñarte más de lo que te he enseñado. Pero tengo a un amigo que te puede preparar para los campeonatos de Pekín. Te escribire una carta para que se la entregues en mi nombre.
Así que Linyu, hizo su maleta y se fue a Pekín, por un lado estaba triste porque había dejado a su familia y a su maestro, pero por otro lado estaba entusiasmado de poder aprender y estar con los mejores karatecas del país. Cuando Linyu llegó al lugar donde la había indicado el señor Tashima, entregó la carta al monje que había en la puerta y este le condujo con el que iba a ser su nuevo maestro. Se trataba de un monje viejo y ciego, pero de gran sabiduría, que se llamaba Yanshu, le costó acostumbrarse a la vida en el monasterio, pero le gustaba tanto el karate y estaba tan obsesionado con aprender, que superó todas las dificultades que se le ponían en el camino.
En los nueve meses que llevaba allí, había aprendido todo sobre las artes marciales, había crecido y gracias al ejercicio físico tenía un cuerpo espectacular. Linyu ya estaba preparadopara ir a los campeonatos.
Linyu y sus compañeros de equipo viajaron hacia la capital de Pekín, donde se llevarían a cabo los campeonatos. Linyu empezó a ganar una pelea tras otra, hasta quedar en primera posición.
Ahora ya todo el mundo lo admiraba y sentían respeto por el, pero el no se conformó y se preparó para ir a los campeonatos del mundo, ese año se celebraban en Tailandia y no tuvo ninguna dificultad para ganar la medalla de oro. Después de esto Linyu pensó que debería volver a su pueblo, con su familia. Ahora las personas que antes se reían de él, lo admiraban y lo respetaban. Linyu estaba orgulloso de haber conseguido el respeto de todo el mundo, haciendo loo que más le gustaba. Después de todo esto, Linyu se dedico a enseñar karate, a todo aquel que quisiera aprender, y el resto de su vida fue muy feliz.



FIN 
                             Ana López 




LA FÁBRICA DEL ORO

Hace tiempo vivía en una aldea cercana del río Makon vivía Juanra. Amaba el oro más que cualquier cosa en el mundo. Juanra tenía una mujer y también hijos, más gastaba todo su tiempo en el secreto de fabricar oro. Y bien temprano terminó con gastar su dinero en experimentar como obtenerlo, a tal punto que no fue capaz de mantener a su familia. La mujer de Juanra no soportando más tal situación, fue a lamentarse con su padre.
Este hizo llamar a Juanra.
No le gritó, más bien con voz suave, gentilmente le dijo:
Mi querido Juanra, hasta hoy yo no sabía que tu eras así dedicado a la magia, como sabes, también desde muchísimo tiempo me interesa lo mismo. Quiero confiarte un secreto mio: he logrado finalmente como obtener oro.
Todo excitado y lleno de curiosidad Juanra le rogó a su suegro que le revelara aquel secreto maravilloso que ya el único en su vida.
!Ay de mi! Exclamó el anciano suegro, a todo lo que me falta hasta fabricar el oro. Me falta una cosa, más soy un anciano para procurármela. Si, solamente, tú quisieras ayudarme......
!Ciertamente te ayudaré! Aseguró Juanra que ya se sentía el dueño de la fábrica de oro. Dime solo aquello que debe hacer.
!Bien! Yo estoy dispuesto a desvelarte el secreto con el pacto de que colabores.
Lo que necesitamos son tres kilos de pelusa que crece bajo de los plataneros. Atención: las hojas que tomaras aquellas pelusas deben ser de los árboles de plátanos que tu mismo has plantado y cultivado en tus campos. Cuando hayas recogido bastante pelusa, tráemela, junto haremos el oro.
Juanra quedó tan feliz que corrió a su casa y enseguida narró a la esposa el pacto estipulado con el suegro. El día después la familia estaba comprometida a plantar árboles de plátanos Con el tiempo las plantas crecieron, y con mucho cuidado Juanra sacaba de cada hoja la ligera pelusa. Estaba tan concentrado en el proyecto que ni se daba cuenta que la esposa y los hijos recogían los plataneros y cada día los llevaban a vender al mercado de la aldea.
Después de 3 años de intenso trabajo, Juanra había recogido poco más de medio kilo de pelusa: un trabajo fatigoso, más el no tenía otro pensamiento, sino nada más el oro que un día, con el padre de la esposa habría fabricado.
Finalmente después de 10 años, Juanra había logrado recoger 3 kilos de la blanca pelusa que le había pedido el suegro.
La puso en un cesto y se la llevó al anciano.
!Bravo! !Bueno! Veo que has seguido, al pie de la letra, las instrucciones y que has trabajado con compromiso extraordinario, lo alabó el suegro.
Ahora nos queda una cosa que hacer: abre por favor la puerta allá en el fondo.
Juanra se precipitó hacia la puerta y quedo como paralizado a vista de tantos pedacitos de oro que había en la mesa, !destellaban al sol!. Alrededor de la mesa, sonrientes sentados la mujer y los hijos de Juanra.
Este es lo que hemos ganado vendiendo nuestros buenos plátanos en estos 10 años dijo la mujer de Juanra.
Juanra, eres un hombre rico de verdad -se congratuló con el rostro satisfecho del suegro- ahora regresa a tu casa y continua junto a tu mujer e hijos cultivando plátanos . En estos años has aprendido a transformar los plátanos en oro.

Fin.
Jaime Félix Lopez Gaona





Nicolás el niño holandés


Había una vez un niño que se llamaba Nicolás. Este niño
vivía muy lejos de su familia y el los echaba de menos
y tenia ganas de volver a verlos.
Un día hablo con sus padres para decirles que quería ir para España por que Nicolás vivía en Endovenoso Holanda
estos le dijeron que no tenían dinero para el billete de avión
Nicolás se puso muy triste y se fue a su cuarto llorando pero se le ocurrió una idea que era hacer algunas cosas y ir al parque a venderlas pero no tenia claro lo que vender y pensó que a el se le daba bien los estudios,la pintura
etc... y se puso manos ala obra y en pocas semanas
tenia ya echo muchas pulseras,cuadros etc... y toda la gente se paraba a ver las cosas de su puesto en semanas avía ajuntado mucho dinero pero necesitaba mas y cuando ajunto mucho mas dinero rompió la hucha y tenia un dineral
cuando se enteraron los padres se pusieron loco de contento y compraron los billetes y se fueron hacia España


Autor: Antonio José Lopéz Martinez

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